«Gaudete et
Exsultate»
III Exhortación apostólica del Papa Francisco
III Exhortación apostólica del Papa Francisco
“Alegraos y regocijaos”: así comienza la nueva
exhortación apostólica del Papa Francisco, sobre la llamada universal a la
santidad, publicada este lunes 9 de Abril.
La intención del Santo Padre con esta exhortación es la de “hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades”.
*Al final de la pagina, tienen el Documento en audio
La intención del Santo Padre con esta exhortación es la de “hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades”.
*Al final de la pagina, tienen el Documento en audio
La exhortación apostólica ‘Gaudete et exsultate’ en 20 puntos
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1. Santos “de clase media”
“Me gusta ver la santidad (…) en esos hombres y mujeres que
trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas
ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a
día, veo la santidad de la Iglesia militante. De aquellos que viven cerca de
nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión,
‘la clase media de la santidad'”.
2. La santidad tiene nombre de mujer “desconocida”
“Dentro de las formas variadas, quiero destacar que el ‘genio
femenino’ también se manifiesta en estilos femeninos de santidad,
indispensables para reflejar la santidad de Dios en este mundo. (…). Me
interesa recordar a tantas mujeres desconocidas u olvidadas quienes, cada una a
su modo, han sostenido y transformado familias y comunidades con la potencia de
su testimonio”.
3. ¿Estás casado? Sé santo
“Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y
ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada
uno se encuentra. ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría
tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu
esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia...”
4. La santidad de los pequeños gestos
“Esta santidad a la que el Señor te llama irá creciendo con
pequeños gestos. ”
5. Los santos no son perfectos
“Para reconocer cuál es esa palabra que el Señor quiere decir a
través de un santo, no conviene entretenerse en los detalles, porque allí
también puede haber errores y caídas. (...)No todo lo que hace es auténtico o perfecto. Lo
que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de
santificación...”.
6. Los escalones de la oración y la misión
“Nos hace falta un espíritu de santidad que impregne tanto la
soledad como el servicio, tanto la intimidad como la tarea evangelizadora, de
manera que cada instante sea expresión de amor entregado bajo la mirada del
Señor. De este modo, todos los momentos serán escalones en nuestro camino de
santificación”.
7. El gnosticismo como enemigo de la santidad
“Cuando alguien tiene respuestas a todas las preguntas, demuestra
que no está en un sano camino y es posible que sea un falso profeta, que usa la
religión en beneficio propio, al servicio de sus elucubraciones psicológicas y
mentales (…) Creer que porque sabemos algo o podemos explicarlo con una
determinada lógica, ya somos santos, perfectos, mejores que la «masa ignorante”.
8. La tentación del pelagianismo
“Muchas veces, en contra del impulso del Espíritu, la vida de la
Iglesia se convierte en una pieza de museo o en una posesión de pocos. Esto
ocurre cuando algunos grupos cristianos dan excesiva importancia al
cumplimiento de determinadas normas propias, costumbres o estilos. Es quizás
una forma sutil de pelagianismo, porque parece someter la vida de la gracia a
unas estructuras humanas”.
9. Las bienaventuranzas, el carnet del cristiano
“Así, si alguno de nosotros se plantea la pregunta: ‘¿Cómo se hace
para llegar a ser un buen cristiano?’, la respuesta es sencilla: es necesario
hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las
bienaventuranzas”.
10. Reconocer la dignidad del otro
“Cuando encuentro a una persona durmiendo a la intemperie, en una
noche fría, puedo sentir que ese bulto es un imprevisto que me interrumpe, un
delincuente ocioso, (…) O puedo reaccionar desde la fe y la caridad, y
reconocer en él a un ser humano con mi misma dignidad, a una creatura infinitamente
amada por el Padre, a una imagen de Dios, a un hermano redimido por Jesucristo.
¡Eso es ser cristianos!”.
11.
El concepto de defensa de la vida
“Suele escucharse que, frente al relativismo y a los límites del
mundo actual, sería un asunto menor la situación de los migrantes, por ejemplo.
Algunos católicos afirman que es un tema secundario al lado de los temas
‘serios’ de la bioética. Que diga algo así un político preocupado por sus
éxitos se puede comprender; pero no un cristiano, a quien solo le cabe la
actitud de ponerse en los zapatos de ese hermano que arriesga su vida para dar
un futuro a sus hijos”.
12. El culto que más agrada
“La oración es preciosa si alimenta una entrega cotidiana de amor.
Nuestro culto agrada a Dios cuando allí llevamos los intentos de vivir con
generosidad y cuando dejamos que el don de Dios que recibimos en él se
manifieste en la entrega a los hermanos”.
13. No difamarás en redes sociales
“Los cristianos pueden formar parte de redes de violencia verbal a
través de internet y de los diversos foros o espacios de intercambio digital.
Aun en medios católicos se pueden perder los límites… Así se produce un
peligroso dualismo”.
14. Evitar la violencia verbal
“El santo no gasta sus energías lamentando los errores ajenos, es
capaz de hacer silencio ante los defectos de sus hermanos y evita la violencia
verbal que arrasa y maltrata, porque no se cree digno de ser duro con los
demás, sino que los considera como superiores a uno mismo”.
15. La humildad como camino
“La humildad solamente puede arraigarse en el corazón a través de
las humillaciones. Sin ellas no hay humildad ni santidad. (…)No digo que la
humillación sea algo agradable, porque eso sería masoquismo, sino que se trata
de un camino para imitar a Jesús y crecer en la unión con él”.
16. El buen humor, imprescindible
“El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Sin
perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado.
Ser cristianos es ‘gozo en el Espíritu Santo’ (…). El mal humor no es signo de
santidad”.
17. Llamada a la audacia
“Dios siempre es novedad, que nos empuja a partir una y otra vez y
a desplazarnos para ir más allá de lo conocido, hacia las periferias y las
fronteras. Nos lleva allí donde está la humanidad más herida y donde los seres
humanos, por debajo de la apariencia de la superficialidad y el conformismo,
siguen buscando la respuesta a la pregunta por el sentido de la vida. ¡Dios no
tiene miedo!”
18. En comunidad
“La comunidad que preserva los pequeños detalles del amor, donde
los miembros se cuidan unos a otros y constituyen un espacio abierto y
evangelizador, es lugar de la presencia del Resucitado que la va santificando
según el proyecto del Padre”.
19. Combate contra “el Malo”
“La vida cristiana es un combate permanente. Se requieren fuerza y
valentía para resistir las tentaciones del diablo y anunciar el Evangelio. Esta
lucha es muy bella, porque nos permite celebrar cada vez que el Señor vence en
nuestra vida”.
20. El discernimiento como vía
“Cuando escrutamos ante Dios los caminos de la vida, no hay
espacios que queden excluidos (…).El discernimiento no es un autoanálisis
ensimismado, una introspección egoísta, sino una verdadera salida de nosotros
mismos hacia el misterio de Dios, que nos ayuda a vivir la misión a la cual nos
ha llamado para el bien de los hermanos”.
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